Nicolás Albera
Las fichas empezaron a moverse de casilleros. Pasó
la elección legislativa nacional que dejó algunas certezas sobre lo que piensa
el electorado y, en base a ello, muchos espacios políticos apuraron sus
estrategias.
Pareciera hoy haber una puja entre La Libertad
Avanza y el oficialismo cordobés por “chupar” dirigentes de otros partidos y
poder así engrosar las filas del propio. Este miércoles se conoció algo que se
veía venir: el traspaso de Luis Picat a la LLA, desde el radicalismo. Se trata de
un dirigente que venía apoyando las políticas de Javier Milei.
Por el lado del oficialismo de Córdoba, que
lidera el gobernador Martín Llaryora,
dos dirigentes del radicalismo que se sumaron a sus filas un par de años atrás,
parecen hoy tener una tarea puntual: rearmar la pata radical en el Partido
Cordobés, con la mira ya puesta en las elecciones de 2027.
El intendente de Arroyito, Gustavo Benedetti es uno de los que
apuesta a traccionar más pases al oficialismo provincial, en conjunto con la
vicegobernadora Myrian Prunotto. En
ese andar, el arroyitense volvió a pedir la renuncia de Marcos Ferrer, la máxima autoridad partidaria del radicalismo.
Escuchar el mensaje de la gente
Benedetti formó hace unos años parte del
acuerdo sellado entre una parte de la UCR de Córdoba y el peronista Llaryora,
para las elecciones provinciales de 2023. En diálogo con Up, sostuvo que en la última elección legislativa el radicalismo
“se fraccionó” entre los mileístas y entre aquellos que apoyan el armado de
Provincias Unidas. “El 3% de Ramón (Mestre) lo deja fuera de juego”,
reflexionó.
Aclaró que no tiene dudas de que hay que
fortalecer el Partido Cordobés porque "la gestión de Llaryora es muy buena
y le da posibilidades a la gente”.
Sobre la última elección legislativa nacional,
coincidió con el común de los analistas. Afirmó que la compulsase nacionalizó y
pidió “no dramatizar” el resultado, aunque llamó a escuchar el mensaje del
electorado: “Hay que hacer ajustes. A los intendentes nos toca con áreas de
nuestras municipalidades y en eso estamos. También lo hace el gobierno de la
provincia”, refirió.
Cabe destacar que desde el 10 de diciembre, por
primera vez en la historia, la UCR de Córdoba se queda sin representación en la
Cámara de Diputados.
Engrosar las filas del oficialismo
Hace unos días se reunieron en Córdoba Benedetti
y Prunotto para debatir el rearmado rumbo a las elecciones provinciales de
2027.
El intendente dijo estar preocupado por la
decadencia del radicalismo como partido político. Es ahí donde le apunta a
Ferrer y le pide la renuncia por haber cuestionado a Mestre, el candidato de la
Lista 3. “Debe darse cuenta solo que debe irse, no hay que expulsarlo. La
conducción de un partido con un pensamiento de derecha no lleva a ningún lado
porque es excluyente y hay que salir de ese pensamiento”.
El radicalismo tiene una red de más de 160
intendentes que no jugó para la lista del partido el 26 de octubre pasado. Y, en
el Panal, como se conoce a la casa de gobierno, consideran que muchos de ellos
hicieron un aporte clave a Provincias Unidas, que quedó camuflado por la
intensidad de la ola violeta.
A ellos, y también a dirigentes del PRO o
vecinalistas que quedaron desperdigados, apuntan para cumplir la nueva tarea. Todo
sea por llegar fuertes al 2027.