Nicolás Albera
Damián
Bernarte camina los últimos días del año apuntando a la
gestión con megaobras que ya se ejecutan y que buscan hacer un San Francisco moderno.
El intendente habla de que en la ciudad que gobierna existe
una “política de Estado” que viene desde el primer gobierno municipal de Martín Llaryora en 2007 y continúa
hasta hoy con su mandato, pasando en el medio Ignacio García Aresca.
Reconoce que ciertas obras que se llevan
adelante como la apertura de la Av. del Libertador, la construcción de nuevos
edificios y hasta la bicisenda en altura que se erigirá en la intersección de
Caseros, Cervantes y Urquiza, pueden resultar disruptivas para muchos vecinos,
pero a la vez entiende que la gente luego las adopta y utiliza.
“Pasó con la Tecnoteca, hubo bastante
resistencia en la construcción de este edificio y vemos que el año pasado
pasaron 51 mil personas que participaron de sus actividades, tres cuarto de la
población de la ciudad”, le dijo Bernarte a Up.
Unir lo histórico con lo nuevo
El intendente explicó que decidieron primero la
restauración del Palacio Tampieri y montarse sobre el lugar fundacional de la
ciudad, el ferrocarril Central Córdoba, que pasaba sobre la espalda de los dos
molinos. De ahí siguen hacia el Superdomo, que equiparon con aire acondicionado
frío y calor, sumado a las tribunas, para que se pueda usar todo el año y que
es uno de los sitios emblema de la ciudad actual.
Después mencionó el nuevo edificio para la Policía
Departamental San Justo que se construirá en la esquina de Pellegrini y Bv. 25
de Mayo, sector que –destacó- va a conservar 54 plazas para estacionamiento. Hacia
el oeste habló de la restauración del edificio donde funcionó el Banco Córdoba,
que acondicionan hoy para que sea la sede administrativa de la Región Centro, con
oficinas municipales. Siguiendo la línea aparece la conexión de Libertador
Norte y Sur en la Plaza Cívica; aparece la Tecnoteca y más adelante el Pasaje
Cornaglia, el cual se está renovando para que tengan su lugar los fodd trucks,
emprendedores y artesanos.
En ese marco, también destacó la recuperación del
bulevar 9 de Julio con el cantero central que va a tener senda para caminar, bicisenda,
mobiliario urbano, árboles, bicicleteros, bebederos. Siguiendo hacia el oeste aparecerá
la bicisenda en altura: “Generamos un pasaje peatonal que se levanta, llega
hasta Caseros a una altura de cinco metros, bordea el monumento de San Francisco
de Asís y cae sobre las vías del exferrocarril, con una bicisenda que fue
pensada para cruzar la avenida Cervantes”. Dicha obra se extiende hasta Trigueros
por la senda de Cervantes.
Una vez en avenida Trigueros hacia la derecha se
llegará al “corazón del polo educativo” y hacia la izquierda la línea llega a
lo que llaman “nave insignia” de San Francisco Polo Productivo: el Parque
Industrial: “Es un sistema de obras pensado en revalorizar el lugar que generó
el desarrollo de nuestra ciudad. Termina con un abrazo al polo educativo y al
polo productivo”, destacó el intendente.
Respuesta a las críticas
Bernarte remarcó que una ciudad que se muestra
siempre igual durante 50 años, lo que hace es involucionar. Explicó que las
gestiones de Llaryora y García Aresca, sumado al apoyo desde la gobernación de Juan Schiaretti, pudieron solucionar
temas estructurales mediante obras que “van bajo tierra” como los desagües pluviales
y cloacales, más la planta depuradora nueva.
“Todo esto permite que la ciudad tenga el 95
por ciento de cloacas en su extensión”, valoró y agregó que la resistencia por
parte de la población tiene múltiples factores: “Somos una sociedad conservadora,
cuesta salir de nuestra zona de confort, y pensamos que si las cosas
funcionaron así hasta acá, para qué tocar”.
Siguiendo en este aspecto, Bernarte hizo un mea
culpa para explicar la resistencia desde algunos sectores: “Probablemente hay
fallas en la comunicación de gestión, fuimos hablando de las obras de manera
separada y no explicamos que se trata de un sistema que incluye un concepto y
tiene puesta la mirada en los próximos 20 o 30 años, donde se quiere transmitir
un mensaje”.
- Por
un lado, se decide recortar sueldos y reducir la planta política, pero por otro
se llevan adelante obras millonarias en un contexto donde la coparticipación y
la recaudación propia son bajas. ¿Cuál es la explicación?
- Hay una relación directa. En 2023, antes de
las elecciones, decía que votar a Martín (Llaryora) significaba algo muy bueno
para la ciudad. El tiempo nos dio la razón, son obras financiadas por el Gobierno
de Córdoba y solo en algunas hacemos un aporte porcentual. Es fácil para
nosotros presentar proyectos y luego llegan los fondos. Pero nosotros como
municipio no dejamos de asistir. No hay ningún barrio de la ciudad donde no
hayamos hecho obra o le demos calidad a los servicios. La ciudad supera por
lejos la media nacional de ciudades similares de Latinoamérica: 100% de agua
potable, 95% de cloaca, 91% de gas natural. A eso le sumamos la remodelación
del Parque Cincuentenario, la renovación del casco histórico de barrio Parque y
el entubamiento de canales, entre otras cosas. La Provincia acompaña, pero
tenemos en claro que no dejamos de atender las necesidades de los vecinos.