Nicolás Albera
La
fiscal federal María Marta Schianni
requirió que se eleve a juicio la causa que tiene como protagonistas a Elías Argüello, líder de la secta Dimensión
Cielo, y a su pareja Daiana Herrera, procesados por el
delito de trata de personas con fines de explotación laboral por la justicia
federal de San Francisco.
Por
el mismo delito hay otros tres procesados: Ricardo
Mercado, alias "Eliseo"; Marcos Burini,
("Mateo") y Maximiliano Mercado ("Benjamín").
Pese a ello, las pesquisas pusieron en el centro de la escena a Argüello como
principal acusado, a quien se mencionaba como el "enviado de Dios", seguido por
su esposa la "profeta". Así se hacían pasar según los testigos marcando, lo que
marcaba una cuestión de poder hacia el resto.
La
fiscal Schianni consideró en su requerimiento que se encuentra completa la
instrucción. Asimismo destacó que las presuntas víctimas de estas cinco personas "se habrían encontrado en situación de vulnerabilidad", lo que fue aprovechado
y agravado por los imputados mediante una mecánica de explotación, consistente
en la consolidación de un grupo coercitivo de características sectarias, de
tipo piramidal.
Aprovechamiento
El
expediente judicial sostiene que desde mediados de 2017, Argüello captó,
trasladó y acogió con fines de explotación, mediante engaños personales y
vertidos en chats vía WhatsApp y Facebook, y la exhibición de videos musicales
en su canal de YouTube, a: MB (alias, María), LC, EMA, DSF (Anita), MK (Samara),
GF (alias Josué) y LP (alias Ari).
A
todas ellas, el falso pastor transmitió promesas de salvación eterna con
fundamentos de índole religioso, relativos a su supuesta capacidad y, también,
la de su esposa y de su hija menor de edad, de ser elegidos o enviados de Dios: "Todo ello, con el aprovechamiento de la situación de vulnerabilidad de las
víctimas quienes se encontraban en una búsqueda de sentido a su propia vida o
reconforte emocional, ante el momento difícil -anímico y económico- que
atravesaban", se indicó.
Los
hechos se habrían producido desde 2017 hasta la presentación de la primera denuncia en septiembre de 2020.
El inicio de la captación
El
principio de la maniobra encabezada por Argüello tendría lugar en la provincia
de Tucumán (Yerba Buena), donde residía primeramente junto a su familia.
A
través de su primo Marcos Burini, logró que MB -pareja de este último-
comenzara a trabajar en su negocio de comercialización de productos panificados
bajo la misma modalidad que se descubriera posteriormente en Córdoba. Esto fue
en el año 2017.
Por
algún motivo que no se pudo determinar, Argüello y su familia se trasladaron a San
Francisco, donde comenzó a desplegar a mayor escala la "maniobra criminal",
detalla la resolución judicial a la que accedió Up.
De
allí en adelante, se empezaron a captar a las restantes víctimas,
persuadiéndolas a trasladarse a la ciudad de Córdoba o a San Francisco,
mediante la utilización de engaños y falsas promesas de salvación divina,
basadas en una nueva modalidad de vida "en comunidad" y de despojo de bienes
materiales, para lo cual les ofrecía recibirlas en una casa con todas las
comodidades, trabajo y comida asegurados, así como educación para sus hijos.
Al
margen de las promesas, el tiempo demostró que la real finalidad que se buscó fue
la de obtener los beneficios económicos mediante la explotación de este grupo
de personas que trabajaban para él y su familia núcleo en los comercios de
panificación y elaboración de comidas, o en el negocio inmobiliario, rubros que
Argüello administraba junto Ricardo Mercado.
Marca
la fiscal Schianni que, en definitiva, la promesa de esa vida en comunidad
derivó en un acogimiento en condiciones de hacinamiento, ausencia de una
alimentación adecuada, humillaciones y maltratos, control de salidas y
comunicaciones, además de las extensas jornadas y salario ínfimo o nulo.
Asimismo,
el traslado implicó para las víctimas el alejamiento de sus familias de origen,
vecinos y personas que formaban parte de su red de contención o
sociabilización. A ello se sumó, como exigencia previa para recibirlas en el
culto, cambiar sus nombres y desprenderse de los bienes materiales en favor de
Argüello.
Una causa con idas y vueltas
Argüello
fue detenido a comienzos de 2021 en San Francisco, pero a los pocos días salió
en libertad, aunque con imputación.
El
juez federal Roque Rebak, que en ese
momento era subrogante, dictó la falta de mérito para todos los imputados en
mayo de 2021, pero la fiscalía apeló la resolución. Un año después, la Cámara
Federal de Apelaciones revocó la decisión de Rebak y avaló lo investigado por
la fiscal.
Por
último, en mayo de este año, la Cámara Federal confirmó el procesamiento de los
importados, medida que había tomado -ya nuevamente en funciones- el juez
federal de San Francisco, Pablo Montesi
(fallecido esta semana), tras hacerle lugar al pedido de la fiscalía.