Una
importante ayuda económica recibió esta semana José Dávila, lo que le permitirá sortear alguno de los tantos
gastos que tiene actualmente relacionados a su recuperación.
El
hombre de 34 años sufrió hace un mes atrás una caída con su moto en un sector
de barrio Sarmiento, en horas de la tarde. Por causas a establecer, perdió el
control y chocó contra un cesto de basura.
Su
cuadro era tan grave que estuvo en coma inducido y lo fueron despertando de a
poco para ver sus reacciones. Aunque existía el peor de los pronósticos, José
pudo salir a flote, lo que él mismo denomina un milagro.
Difusión y ayuda
La
semana pasada, Up contaba que Dáviladebe enfrentar un largo proceso de recuperación y rehabilitación a causa de las
serias lesiones que no solo sufrió en la cabeza sino también en los pulmones.
Eso había motivado su derivación desde el Hospital Iturraspe de San Francisco
al Pasteur de Villa María, donde se sigue atendiendo y se encuentra a la espera
de una prótesis craneal.
Este
martes, el hombre recibió una mano solidaria. La jueza de Ejecución Penal, María Teresa Garay, le hizo un aporte
económico para poder afrontar en parte el momento complicado que atraviesa.
"Estamos
muy agradecidos con esto, también ha venido gente a darnos una ayuda sin querer
que sepamos su identidad. Estoy muy emocionado y con ganas de salir adelante", le
dijo José a Up, acompañado de su
pareja Gabriela y familiares.
Garay,
en tanto, es una funcionaria judicial de San Francisco de perfil bajo pero que
siempre dice presente en distintos casos dando una mano. Ya lo hizo en otros
momentos.
Recuperarse y acondicionar
la casa
Dávila
se dedicaba previo al siniestro vial a la construcción y era el mayor sustento
económico en la casa, ya que su pareja, Gabriela
Vera (32), sufre otra complicación de salud: en su caso es una
insuficiencia renal crónica que la obliga a varias diálisis semanales.
Si
bien tuvo un trasplante de riñón, el órgano fue donado en su momento por su
padre biológico, su cuerpo lo rechazó, por lo que sigue esperando una nueva
intervención. Hoy no puede trabajar.
La
pareja pasa sus días en dos casas, de los padres de él y de ella, ya que no
pueden volver a su casita debido a que le faltan detalles para que puedan estar
cómodos. Por ejemplo, de techo solo tienen chapas, sin entretecho, lo que se
complica la estadía durante los días de mucho frío.
Para
ello necesitan poliuretano para poder realizar la cubierta del techo. También otras
de las necesidades que tiene la familia es contar con una medicación muy costosa
como Tranquinal 2 (Alprazolam 2mg), la cual debe tomar José.
Mientras tanto, la familia debe afrontar
gastos médicos todo el tiempo: "José se está haciendo atender en clínicas,
necesita los turnos rápido y a veces en el hospital, al cual agradecemos el
apoyo, no los conseguimos. Entonces necesita de médicos particulares y eso es
costoso", contó la mujer, quien dijo que la familia recibe cualquier tipo de
colaboración, no solo económica.