Nicolás Albera
No quedarse fuera del mapa político camino al
2027 es la estrategia de un grupo de intendentes radicales del departamento San
Justo, quienes cierran este año buscando conectar con La Libertad Avanza (LLA) en
medio de un escenario totalmente polarizado.
Reconocen que las decisiones de alianzas vienen
“desde arriba”, pero entienden que en el interior del interior también es
necesario moverse. De lo contrario, su panorama político tenderá a oscurecerse.
Además, sostienen que hay “destrato” por parte del Gobierno provincial en
relación a la discrecionalidad en el reparto de recursos.
Esta situación motivó un encuentro días atrás
en una localidad gobernada por un intendente radical, entre él y sus pares con
dirigentes de San Francisco de LLA: “Nuestra intención es poder articular con
ellos. Nosotros llegamos a las intendencias con Juntos por el Cambio, pero eso
ya no existe más y desde el peronismo nos quieren hacer desaparecer”, le dijo a
Up el anfitrión de lo que fue una
cena.
Claro que no se propone una unión a cualquier costo.
Los mandatarios municipales que participaron de la reunión tienen su carta: ofrecen
gestión, la que ya vienen llevando adelante. Ahí consideran que tienen un plus
por la gente que tienen gobernando y que conocen la localidad.
Sin posibilidad de reelección
Algunos de los intendentes radicales de San Justo
transitan su segundo mandato y no tendrán la oportunidad de un tercero. El
resto piensa en una reelección, aunque todavía falta tiempo. Todo en un
escenario oscuro para el radicalismo que arriba en su dirigencia planteó serias
diferencias: están los que quieren una alianza con el partido de Javier Milei y
aquellos que ya saltaron hacia el cordobesismo. En el medio quedan los que no
avalan ninguna de estas opciones, pero deben lidiar con el último el fracaso
electoral de Ramón Mestre como candidato puro de la lista 3, quien solo obtuvo
un puñado de votos.
En 2023, cuando arrancaron las nuevas gestiones
municipales el departamento San Justo tenía nueve intendencias radicales: Toro
Pujio, Las Pichanas, Sacanta, Colonia Marina, Devoto, Colonia Prosperidad,
Colonia Iturraspe, Colonia Anita y Porteña. Sin embargo, ante un escenario
polarizado entre el peronismo cordobés y La Libertad Avanza, tres de ellas
empezaron a coquetear con el oficialismo provincial ávidos de fondos.
El resto, muchos de esos jefes municipales ya
sin la posibilidad de reelección en 2027, buscan sobrevivir. Si bien se sienten
radicales y hasta apuestan a la figura de Rodrigo
de Loredo como próximo candidato a gobernador, entienden que caminando
solos terminarán desapareciendo.
Desde el lado de La Libertad Avanza ven con
buenos ojos sumar más adeptos y llegar al 2027 con un “gran frente” para
enfrentar al peronismo. Pero para aglutinar a los boinas blancas necesitan de
gestos. El primero, claramente, dar el salto y aparecer en la foto todos juntos
mostrando trabajo en equipo.
Un departamento dividido entre el cordobesismo
y la ola violeta
El peronismo pisa fuerte en San Justo a través
de sus dirigentes. El primero de ellos es el gobernador Martín Llaryora, quien fue dos veces intendente de San Francisco y
construyó una carrera política que lo depositó en 2023 en el Panal. Otro es Manuel Calvo, hombre de Las Varillas
que también ocupó varios cargos provinciales, siendo hoy el ministro de Gobierno
de Córdoba.
San Justo es uno de los dos departamentos –el
otro fue Capital- que le permitieron al cordobesismo ganar la última elección
provincial, muy ajustada por cierto. Sin embargo, en el este cordobés el PJ le
sacó poco más de 20 mil votos de diferencia a Juntos por el Cambio que llevó
como candidato a Luis Juez.
Pero, así como pintó de celeste en 2023 para la
elección provincial, mutó a un violeta para la presidencia de ese mismo año que
llevó a Milei al poder y hace unos meses cuando se eligieron diputados. En esta
última contienda, La Libertad Avanza sacó el 41,50% de los votos (más del 6%
que obtuvo en 2023).