Nicolás Albera
El Juzgado Civil de Primera Instancia de San
Francisco, hizo lugar recientemente a la demanda entablada por un vecino de nuestra ciudad
(que siguieron con el tiempo sus herederos) en contra de una concesionaria local de venta de automóviles marca
Fiat, y también de las firmas Motcor S.A. (concesionario oficial Fiat en
Córdoba) y FCA Automóviles Argentina, ya que años atrás había adquirido una
camioneta Fiat Toro 0Km modelo Freedom 2.0, que presentaba una “falla sin
solución”.
Este caso no es aislado, sino que muchos de
quienes adquirieron este modelo, entre al menos los años 2016 y 2017, sufrieron
las mismas consecuencias de una camioneta que salió al mercado con problemas
mecánicos. El amplio escándalo generado a partir de las fallas en diversas
unidades en el país generó múltiples demandas judiciales.
En el caso puntual de San Francisco, el juez Carlos Ignacio Viramonte obligó a los
tres demandados a sustituir de manera solidaria el vehículo adquirido por uno
de iguales características, con caja automática, y con dos años y once meses de
antigüedad a la fecha de cumplimento de la sentencia.
A su vez, el magistrado ordenó que las partes
se otorguen simultánea y recíprocamente la documentación necesaria para las respectivas
inscripciones registrales del derecho de dominio sobre los vehículos implicados en la
sustitución, estando todos los gastos correspondientes a cargo de las demandadas.
También, el fallo condena a pagar la suma de
$160.000 en concepto de daño moral hacia el damnificado, más los intereses
establecidos en el considerando respectivo. Asimismo, se condena exclusivamente
a FCA Automóviles Argentina para que abone a la parte actora la suma de
$638.324 en concepto de daño punitivo; más los intereses establecidos.
Cómo es la demanda presentada a Fiat
Según el propietario de la camioneta que llevó
adelante la demanda judicial contra la concesionaria de San Francisco y la
firma Motcor, por daños y perjuicios, adquirió el vehículo en octubre de 2017,
a un precio de $584.000.
Tras sus primeros usos, el denunciante reportó
problemas con el sistema DPF del vehículo, que afectaron su uso normal. En la
sentencia se explica que se realizaron múltiples servicios en talleres
oficiales, pero los problemas persistieron. Si bien se realizó una gestión ante
Defensa del Consumidor, esta no prosperó.
En tanto que, las tres partes afectadas en la
denuncia argumentaron “falta de fundamento y responsabilidad” de parte del
denunciante, rechazando las acusaciones.
No obstante, en un momento Fiat Argentina debió
salir a comunicar que habían constatado “en algunas unidades de esta versión y
solamente bajo determinadas condiciones de uso frecuente en recorridos cortos y
baja velocidad”, que el sistema podía presentar alteración del nivel de aceite
lubricante del motor.
“La variación anormal del nivel de aceite puede
causar el aumento de las revoluciones del motor, aumentando las chances de
accidentes, con consecuentes riesgos al conductor, además de a ocupantes y
terceros”, destacaron.
Claro que para esta altura, muchos ya habían
adquirido esta camioneta y sufrían las consecuencias. En 2018, Fiat dejó de
fabricar el modelo importado desde Brasil.