Gran parte del país está conmocionado por el
doble femicidio ocurrido en Córdoba, donde resultaron víctimas Luna Giardina (24) y de su madre Mariel
Zamudio (50).
En San Francisco una de las pocas
organizaciones que se expresó ante este trágico hecho fue el Movimiento Feminista, que emitió un
pedido de justicia con una publicación en sus redes sociales, apuntando a los
discursos del odio que bajan desde el mismo Estado.
“Cuando las palabras matan. Los discursos de
odio son muy peligrosos, que un gobierno es decir la palabra ‘más autorizada’,
legitime estos discursos, fomente violencia y nos coloque a las feministas como
enemigas es gravísimo”, cuestionaron.
Al mismo tiempo, agregaron: “Lo repetiremos mil
veces hasta que se haga carne: no somos exageradas, nos están matando. Justicia por Luna y Mariel”.
En lo que va de octubre ya hubo once femicidios
en la Argentina y las diversas organizaciones advierten sobre el estado de
emergencia en el que se está viviendo en el país frente al incremento de
crímenes ligados a la violencia de género. En el último tiempo trascendieron
los asesinatos de las tres chicas en Florencio Varela, las dos mujeres en
Córdoba y una joven en Chaco.
La Organización MuMaLá informó que desde el 1°
de enero de 2025 ya hubo 195 femicidios, es decir un asesinato cada 35 horas.
Sumado a esa alarmante cifra, destacaron que en lo que va de octubre “hubo 11
víctimas fatales del machismo en su modalidad más extrema, uno cada 28 horas”.

El crimen
Luna Giardina y Mariel Zamudio murieron a manos
de Pablo Laurta, un uruguayo con
antecedentes de violencia de género.
Laurta, de 38 años, fue detenido el domingo en
el Hotel Berlín de Gualeguaychú, Entre Ríos, mientras intentaba huir a Uruguay
con su hijo de cinco años, a quien había secuestrado tras cometer los crímenes.
El operativo, llevado a cabo por la División
Homicidios de la Policía de Córdoba, se desarrolló contrarreloj. Laurta fue
reducido en el comedor del hotel, desarmado, tras dejar en la habitación la
pistola calibre 380 con la que asesinó a las víctimas.
La detención ocurrió frente al menor, quien fue
rescatado y se encuentra bajo evaluación para ser entregado provisionalmente a
una tía materna que llegaría desde Chile, según informó el fiscal Gerardo
Reyes.
El caso expone una serie de fallas en la
protección de las víctimas. Luna y Mariel vivían bajo constante amenaza de
Laurta, quien las acosaba sistemáticamente. Vecinos relataron que el agresor,
un militante antifeminista que publicaba contenido hostil en redes sociales a
través de un sitio llamado Varones Unidos, merodeaba la zona y llegó a
esconderse tres días en el tejado de la casa de las víctimas en octubre de
2024, sin que fuera detenido.
Una orden de restricción, que venció el viernes
pasado, no fue renovada, dejando a las mujeres desprotegidas.
El jueves, Luna pidió prestado un teléfono a un
vecino para contactar a tribunales, angustiada por la inminente caducidad de la
restricción. Sin embargo, no recibió ayuda efectiva. El sábado, Laurta ingresó
a la vivienda de Villa Serrana y asesinó a las dos mujeres sin darles
posibilidad de defensa, un hecho que el fiscal Reyes imputa como homicidio
calificado por alevosía y agravado por violencia de género.
Tras los crímenes, el agresor huyó con su hijo
en un taxi, actuando con aparente normalidad, según testimonios.
Otro homicidio en el medio
La investigación también indaga una posible
conexión con la desaparición del remisero Martín Palacios, cuyo vehículo fue
encontrado quemado en Córdoba, y el incendio en una iglesia local donde
fallecieron dos niñas, aunque no hay evidencia concluyente que vincule a Laurta
con este último hecho.
El caso refleja fallos en los protocolos de
protección a víctimas de violencia de género. Las denuncias previas de Luna,
incluidas tres radicadas en 2024, no lograron evitar la tragedia. Laurta será
trasladado a la cárcel de Bouwer donde enfrenta cargos por el doble femicidio.