Por Franco Cervera
Un gran dolor
de cabeza atravesó por estos días una familia de San Francisco que está al
frente de una importante empresa, a la cual intentaron estafar en tres
oportunidades. Sin embargo, afortunadamente pudieron evitarlo y alertan a la
gente sobre este modus operandi que sufrieron.
Uno de sus
integrantes, Matías, contó a Up que
fueron tres tipos de intentos de estafa. El primero fue un intento de hackeo
del teléfono celular a uno de los dueños: “Un amigo (a quien habían hackeado)
le escribió diciendo que le pase un código porque tenía un problema en el
celular. Ese código es la validación de WhatsApp del número de teléfono, si se
lo das al tipo que te quiere hackear le habilitás que abra tu WhatsApp en otro
dispositivo y ahí se aprovechan de toda tu información”, contó.
El segundo
caso fue similar, donde a un proveedor de la empresa le habían hackeado su
número, pero la particularidad es que llaman a la empresa y tenían toda la
conversación donde había datos de factura, pedidos y cuentas: “En un momento de
la conversación nos piden poner alta voz y nos solicitan un número de
validación para avanzar con la operación comercial, pero ahí nos dimos cuenta
que nos intentaban estafar y le cortamos la comunicación”, narró Matías.
La tercera no fue la vencida
Los
delincuentes no abandonaron su cometido e intentaron por tercera vez. No hay
dos sin tres dicen, pero en este caso la tercera no fue la vencida.
Ocurrió en la
mañana del viernes: “Ingresamos como siempre en la computadora certificada,
pero nos aparece un mensaje desde el banco que nos pide que carguemos el Token,
y eso nos pareció raro. Pero no, lo más llamativo es que no nos permitía hacer
otra cosa”, explicó Matías.
De esta manera,
decidieron sacarle una foto y apagar la computadora. Luego le hablaron al
personal del banco en cuestión donde les advirtieron que se trataba de otro
intento de estafa.
“Si cargábamos
esa tarjeta de coordenada, los estafadores iban a transferir dinero a otra
cuenta, puesto que ya habían cargado una transferencia a una cuenta ajena pero
les faltaba ese código para que se active”, explicó.
Claro que
haber evitado, en primera instancia la estafa, sienten que todavía pueden
econtrarse con algo raro: “Debimos formatear la computadora, certificandola
otra vez y es todo un trastorno importante”, sostuvo.
Recomendación
El empresario
alertó sobre este tipo de situaciones y recomendó: “No hay que cargar ni dar el
token, ni clave de seguridad de los bancos, lo mismo con los códigos de WhatsApp”.
Luego aclaró
que si bien una empresa puede tener gente joven trabajando con conocimiento
sobre nuevas tecnologías, entiende que los ciberdelincuentes “le dan siempre la
vuelta para tratar de engañarte y se hace cada vez más difícil evitarlos”.