Por Franco Cervera
“Seguimos esperando que pase el tren”. La frase puede tener varios significados,
pero esta vez es literal. Mientras en parte de las sierras cordobesas hace años
que se retomó el servicio de pasajeros y funciona con total éxito, en San
Francisco y zona es una cuenta pendiente y promesa inconclusa desde hace
décadas.
Desde Capilla del Monte hasta Valle Hermoso (Pasa por Santa Esteban, La
Cumbre, Huerta Grande, La Falda) el tren recorre las vías y va cargado casi
todos los días. Desde ahí muchos conectan con el otro tren que los posiciona en
la capital provincial: Valle Hermoso, Casa Grande, Cosquín, Santa María, Bialet
Massé, San Roque, Cassaffousth, Casa Bamba, La Calera, Dumesnil, T. Narvaja,
Arguello, La Tablada, Rodríguez de Bustos, Alta Córdoba y Córdoba.
El precio es muy accesible, pero lo más importante es lo práctico que significa
este medio de transporte para cientos de familias que requieren trasladarse
para trabajar, pasear y hasta ir al médico.

En San Francisco y la zona, para muchos sería un sueño volver a contar con la
reactivación del tren de pasajeros. Desde la comisión Pro Riel, aseguran que no
sería una cuestión de placer o nostalgia, sino un recurso más que noble (muy
utilizado en los llamados países de primer mundo) que aportaría mucho en lo
económico, social y logístico.
Las vías del ferrocarril se encuentran más que activas con el nodo logístico,
aunque por el momento nada concreto pasó. Resta inversión, reestructuración y
decisión política del Gobierno Nacional.

Incluso dentro de la reactivación, se puede observar como se valorizan estos
espacios. Por ejemplo, en La Falda las áreas más importantes del municipio
funcionan en estos edificios históricos. Lo mismo sucede en algunas localidades
de la región.

Mientras tanto, el espacio del ferrocarril sigue esperando una profunda
restructuración y puesta en valor. Sigue esperando que pase el tren de
pasajeros.
