Desde
la Asociación Trabajadores de la Sanidad
Argentina (Atsa), seccional San Francisco, pidieron revisar nuevamente la
ordenanza que regula en nuestra ciudad el funcionamiento de las residencias de adultos
mayores, también conocidos como geriátricos.
El
gremio controla la situación laboral de los trabajadores de la sanidad, muchos
de ellos desempeñándose en estos ámbitos. Pero, además, en su tarea pueden
detectar otras irregularidades como edilicias del lugar o de salubridad de
quienes se alojan.
Asimismo,
desde Atsa indicaron que hay buen diálogo con la Municipalidad, quien debe
controlar que el funcionamiento de las residencias de adultos mayores sea el
óptimo.
“Hay
problemas que vienen desde hace tiempo, pero sí hay mejor control ahora por
parte del municipio”, sostuvo a Up la
secretaria general del gremio, Gabriela
Sidler, quien recordó que hace desde el 2018 solicita una readecuación de
la normativa que es del año 2012.

“Hay
una demanda que crece, más abuelos necesitan hospedarse para un mejor cuidado
que un familiar no puede darle”, manifestó.
En
San Francisco funcionan unos 30 geriátricos, que en conjunto emplean a unos 140
trabajadores. En estas residencias se aloja un promedio de 12 adultos mayores
con lo cual se estima que en la ciudad conviven en los geriátricos unos 360
ancianos. De esa cantidad de establecimientos solo dos son estatales: el Hogar Diehl de Sienra, perteneciente a
la municipalidad, y el Hogar de Ancianos "Enrique J. Carrá" en el
predio del Hospital Iturraspe, mientras que el resto pertenece a la órbita
privada.
Qué quiere cambiar Atsa
Al
ser consultada sobre qué debe modificarse de la ordenanza vigente, Sidler
explicó: “La normativa debe adecuarse porque la infraestructura que tiene San Francisco
no permite tener grandes residencias como en Córdoba o Buenos Aires, entiendo
que eso debe contemplarse junto a otras cosas”, mencionó.
La
representante de Atsa señaló que deben también escucharse a los dueños de estos
sitios: “La mayor parte de los geriátricos son casas que se alquilan. La
ordenanza tiene muchos requisitos. Hay cuestiones de vida o muerte de las
personas que sí o sí deben contemplarse y estamos de acuerdo, pero después hay
que hacer algunas modificaciones porque resultan extremas. Y hay que escuchar a
los dueños de los geriátricos. La idea es que haya un buen servicio, una tarifa
regulada buscando un mínimo a pagarse hacia arriba para que el servicio sea
acorde. Y la capacitación a la gente que entra en este rubro”, destacó.
Por
último, Sidler explicó que lo principal es que los adultos mayores se
encuentren bien atendidos, por lo que agregó que es clave que quienes los
cuidan sean remunerados como corresponde: “Es un círculo. Los controles
sanitarios deben hacerse siempre, no hay que perder el hilo allí”, dijo.
Última clausura
Sobre
fines de mayo pasado, la Municipalidad de San Francisco clausuró un geriátrico que
infringía el protocolo de control y habilitación necesario para su
funcionamiento.
Desde
el organismo de control municipal explicaron que el establecimiento privado,
donde había 19 adultos mayores, no presentaba “condiciones edilicias básicas e
indispensables para asegurar el bienestar de sus internos”.