Fernanda
Córdoba tiene su vida marcada por dos suicidios de
personas cercanas a ella. Sin ser profesional en la materia, su testimonio no deja de ser válido porque puede contar en carne propia lo vivido y dar un mensaje a
quienes tienen un familiar que esté dando algunas señales de autolesionarse, para
que no termine en tragedia.
“Dos casos de suicidio han marcado mi vida a
fuego. Nadie se da cuenta cuando lo van a cometer, muchas veces las personas no
dan señales”, comienza diciendo, pero agrega: “Los familiares que saben que en
su entorno tienen a una persona depresiva deberían cuidarla, y no hablo de
estar todo el día atrás, hablo de escuchar, dar cariño, entender, abrazar,
acariciar, sostener, aunque no entiendas el porqué, aunque no sepas por qué
llegó hasta ese punto”, dice.
La mujer es clara e indica que no se debe negar
este tipo de cuestiones y que ante ellas vale la pena ponerse en el lugar del
otro: “Para la persona depresiva cualquier palabra o acto que para una persona que no esté enferma es una pavada, para ellos puede ser un puñal o un detonante”.
Tanto San Francisco como el departamento San
Justo es una región marcada por muchísimos casos de suicidio, tanto de jóvenes
como de adultos. Muchas familias se han visto atravesadas por esta verdadera
tragedia que arrastra no solo a quien decide quitarse la vida.
El proceso va por dentro
Fernanda, por su experiencia, sostiene que en
muchos casos es complejo darse cuenta de que alguien está transitando una depresión, debido a
que el proceso muchas veces va por dentro: “La mente del ser humano depresivo
es muy cautelosa. Aquella que no es descubierta por un profesional es porque es
silenciosa y va por dentro”.
Los profesionales en psicología y psiquiatría
insisten en estar alerta a las señales y acudir lo antes posible si se detectan
situaciones a los profesionales en esta materia: “La enfermedad silenciosa que
nadie quiere aceptar es la que lleva al suicidio. Además de hablar hay
que ser más tolerantes con el prójimo”, manifiesta.
¿Dónde pedir ayuda?
Existen centros de asistencia y quienes estén
atravesando crisis pueden llamar al (0351) 2266135, al 0800 122 1444 -opción 6-
o al servicio de Salud Mental del Hospital Iturraspe, 03564 443790 (número
fijo). Especialistas en la temática remarcan que comportamientos suicidas
pueden reducirse con apoyo y tratamiento de especialistas en salud mental.
Medidas para prevenir riesgos de suicidios
La prevención del suicidio debe ser una
prioridad. Estas son algunas medidas clave:
1. Hablar del tema con responsabilidad
Romper el silencio salva vidas. Informar sin
sensacionalismo, desde la empatía y el respeto, ayudar a no estigmatizar y
abrir espacios de apoyo.
2. Educación emocional
Enseñar a identificar y expresar emociones,
pedir ayuda y gestionar el estrés es una herramienta de prevención a largo
plazo.
3. Acceso real a la salud mental
Atención psicológica accesible, gratuita o
asequible, sin listas de espera eternas. Porque muchas crisis no pueden
esperar.
4. Formación a profesionales y entornos clave
Educadores, médicos, policías, trabajadores
sociales… Todos deben saber identificar señales de alarma y cómo actuar de
forma adecuada.
5. Acompañamiento en el duelo por suicidio
El suicidio impacta profundamente en quienes
quedan. El apoyo a las personas en duelo también es parte de la prevención.
El suicidio no es un acto egoísta, ni un tabú
que debamos seguir escondiendo. Es, en la mayoría de los casos, una llamada
desesperada de alguien que ha dejado de ver alternativas. Y lo más importante:
es prevenible.
Hablar de suicidio, sin miedo, pero con
respeto, salva vidas. Desde la psicología, desde la educación, desde las
políticas públicas… pero también desde cada conversación que nos atrevemos a
tener.