Franco Cervera
"El tipo puede cambiar de
todo: de cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de Dios... pero hay
una cosa que no puede cambiar, de pasión". La frase se da dentro de una
escena en la película el Secreto de sus
ojos, en voz de Guillermo Francella, y tranquilamente puede aplicar para la
historia de Agustín Vaira, un sanfrancisqueño
de 34 años que, desde hace poco más de cuatro, se mudó a Italia para vivir
nuevas experiencias.
En su caso, tras un tiempo
prolongado de idas y vueltas, se encuentra estable, con trabajo y disfrutando
del norte italiano residiendo en un pueblo llamado Zumaglia, situado al pie de
la montaña.
En este proceso en el viejo
continente atravesó por varias experiencias laborales y por supuesto
personales. Pero hay algo que no puede cambiar, su pasión por ser bombero, algo
que hizo por más de 15 años en el cuartel de San Francisco. Hoy está a punto de
rendir el examen final para comenzar a serlo en Italia.
“La profesión de bombero acá en
Italia es como otro mundo totalmente distinto, tienen un sistema muy
protocolar, con su visión y forma de trabajar”, comentó a Agustín a Up. En esta línea, agregó que existen
dos sistemas, el permanente y el voluntario, pero a diferencia de Argentina, a
ambos se les paga.
"En Argentina creo que no tenemos
idea de la profesionalidad con la que trabajamos, el equipamiento que tenemos y
donde estamos parados. El tiempo de respuesta de los bomberos en Argentina es
algo que nadie se explica cómo lo hacen. Una cosa que admira cada bombero
italiano a los cuales les expliqué nuestra forma de trabajar en Argentina",
explicó Vaira.
- ¿Cómo viene siendo tu experiencia en Italia?
- Debo decir que muy bien. Ya son
cuatro años y casi cinco meses que estoy acá, siento que logré progresar mucho con mi vida personal. Estos
años fueron muy difíciles, muchas cosas surgieron, de alguna u otra manera uno
se encuentra solo, lejos de la familia y amigos más cercanos. Este año me mudé
cerca de un pueblo llamado Zumaglia, estoy a unos 5 km de la ciudad de Biella
(capital de provincia), al norte, al pie de la montaña.
- ¿Cómo es la profesión de bombero en Italia, tiene diferencia con la
de San Francisco?
- La profesión de bombero acá en
Italia es como otro mundo totalmente distinto, con decirte que estudié el
sistema por tres años hasta que decidí intentarlo. Aunque no parezca tienen un
sistema muy protocolar, con su visión, su forma de trabajar particular. Italia
tiene dos sistemas de bomberos por llamarlo de alguna manera. Los permanentes y
los voluntarios. Los permanentes funcionan como nuestra policía en Argentina,
hacen turnos rotativos de 12 horas y su sueldo es mensual. En cambio, los
voluntarios vienen pagados solo por las horas de trabajo en intervención, es
decir, te pagan las horas desde que salís en la unidad hasta que volvés al
cuartel.
- ¿Vos qué vas a ser?
- Lamentablemente por mi edad la
única posibilidad que tenía era probar entrar en los voluntarios, asique apenas
supe que abrían un curso presenté mi inscripción. La cosa rara para mí es que
no viene valorado nada de todos mis años en Argentina, pero bueno, tengo la
experiencia que eso no me lo quita nadie.

- ¿Sentís que hay un alto nivel de preparación en Bomberos de San
Francisco?
- Voy a hablar de mi cuartel en
particular y también de los distintos cuarteles con los que he trabajado, ya
sea en provincia de Córdoba o en Buenos Aires. En Argentina creo que no tenemos
idea de la profesionalidad con la que trabajamos, el equipamiento que tenemos y
dónde estamos parados. El tiempo de respuesta de los bomberos es algo que nadie
se explica cómo lo hacemos, cómo es posible. Una cosa que admira cada bombero
italiano a los cuales les expliqué nuestra forma de trabajar en Argentina.
- ¿Tuviste una linda experiencia como bombero en San Francisco?
- En San Francisco prácticamente
la mitad de mi vida la pasé dentro del cuartel, no tengo bien la cuenta pero
creo que operativo hice unos 15 años, de los cuales los últimos como suboficial.
Como experiencia fue lo mejor que me pasó en la vida. Descubrir el mundo
bomberil fue hermoso, tenía 12 años cuando entré al cuartel, encontré lo que
realmente me gustaba hacer, ayudar a los demás en las situaciones donde pocos
pueden hacerlo.
- Es una institución muy especial.
- El cuartel de San Francisco
cambió parte de mi vida también, me ayudaron a trabajar mucho mi personalidad,
crecer como profesional y como persona. No fue fácil, me hicieron renegar mucho,
para bien por supuesto. Pero debo decir que yo hice renegar muchísimo más.
Aunque lo entendí luego de varios años, las reglas, el sistema, me costó adaptarme
y aprender cómo se hacen las cosas. Mis jefes y superiores cuando lean esto
seguro van a recordarme. Creo que dejé mi huella en el cuartel y estoy feliz
porque me fui muy bien, en todos mis años traté de aprender y compartir cada
cosa aprendida.
- ¿A qué te dedicás actualmente?
- Hace tres años que trabajo en
una empresa que nació en el rubro de carpintería metálica, hacemos todo tipo de
trabajo con hierro y soldadura. En los últimos años entramos también en la
construcción de maquinaria para distintas fábricas, líneas de producción. También
hacemos mantenimiento mecánico dentro de muchas fábricas. Hoy somos unos 22
empleados, la empresa es muy familiar, hay un lindo grupo de trabajo. Me
encuentro muy bien.