Franco Cervera
Diciembre 2019 fue caótico. La desaparición del médico ginecólogo Daniel Casermeiro mantuvo en vilo a la
ciudad que quedó además bajo la mirada atenta de gran parte del país. Sin dudas
fue uno de los casos de mayor impacto mediático que tuvo San Francisco, el cual
derivó en una condena a prisión perpetua para Gerardo Luis Gette (61).
Pese a la enorme exposición de la causa, el juicio realizado en noviembre
de 2022 y a cuatro años y medio de estar detenido, el acusado nunca había
hablado públicamente. Hasta ahora.
Gette, como lo hizo en el juicio,
insiste en que no fue el autor del homicidio y enfatiza que fue condenado
injustamente. "Soy inocente, quiero que se
sepa la verdad para poder recuperar mi vida", expresó en una entrevista
exclusiva, desde la cárcel, con Up.
Y agregó: "El día que desapareció el doctor sí estuve con él. Estuve a la mañana
no más de 10 o 15 minutos".
En el juicio oral y con jurados
populares fue condenado mediante un fallo dividido ya que tres de ellos consideraron
que no había pruebas contundentes en su contra. Su caso se encuentra en el
Tribunal de Casación y el condenado no pierde la esperanza de que el fallo se revierta.
Por eso, no tiene otra que esperar.
En un primer momento por mucho tiempo fue representado por los abogados José
Valverde y Fernando Martini. sin embargo, sostiene, lo asesoraron mal. Por eso decidió cambiar su representante legal para el juicio contratando los servicios de Héctor Flores.
- ¿Cómo lleva este tiempo en
la cárcel?
- Hace cuatro años y medio que estoy preso y no se imaginan lo que es.
Afuera nadie tiene idea de lo que significa estar preso. Es bravo a pesar de
que tengo un trato excelente con el servicio penitenciario y con los demás
internos. Acá se te termina cualquier proyecto de vida. Gracias a Dios estoy
bien de salud.
- ¿Creyó que iba a salir?
- Pasé tres años con prisión preventiva, esperando que una mañana me iban a
dar una noticia buena. Fui al juicio confiado en la Justicia, pensando que se
iba hacer justicia, pero siento vergüenza de lo que representa. No se
preocuparon por hacer su trabajo, agarraron lo que recibieron y nada más.
- ¿Por qué insiste en su
inocencia?
- No es que yo insista en mi inocencia, yo soy inocente. Y no tengo
absolutamente nada que ver con la muerte del doctor (Casermeiro). Se hizo todo
mal desde el primer momento, todo se enfocó en mi contra, dejando de lado
cualquier otra hipótesis de las tantas que había. Podrían haber llegado a la
verdad, pero está todo encubierto por alguna razón.
- ¿Qué puede decir de ese
día? Las pruebas fílmicas lo muestran a usted con Casermeiro momentos previos a
que éste desaparezca.
- El día que desapareció el doctor sí
estuve con él. Estuve a la mañana no más de 10 o 15 minutos, pero no más de eso. Todo lo demás que dijeron es mentira. El
día de la desaparición empezaron las mentiras, imagináte el día que encontraron
el cuerpo. La investigación fue un desastre, nunca pudieron probar todo lo que
inventaron, no tienen ni una prueba para comprobar de lo que me culparon.
- ¿Qué es lo que cuestiona
puntualmente de la investigación?
- No sé por qué no inclinaron la investigación en el ámbito financiero. Al
margen de que Casermeiro era un excelente doctor, a él le apasionaban los
negocios. Por alguna razón no se inclinaron en investigar ese ámbito. Con la
muerte del doctor, el único perjudicado fui yo, el resto se vieron todos
beneficiados.
- ¿Cree que esta falta de
pruebas que usted considera provocó que algunos jurados no voten a favor de que
lo condenen?
- Puedo rescatar que de ocho jurados populares que había, tres votaron a
favor de mi inocencia. Son tres personas que estuvieron atentas y vieron que no
había ninguna prueba para juzgarme.
El silencio y la relación con Casermeiro
Gette reconoció durante la charla que tendría que haber declarado
abiertamente para exponer su postura e inocencia durante el proceso judicial, pero
se excusa en que sus anteriores abogados lo asesoraron muy mal y no le
permitieron hablar con la fiscalía a cargo de la investigación. Además
considera que era amigo de Casermeiro.
- ¿Por qué no habló antes?
- Me mantuve en silencio porque estuve muy mal asesorado. En más de una
oportunidad dije que quería hablar con la fiscalía y con quien corresponda,
pero me dijeron que no tenía que hablar. Estaba completamente mal asesorado,
tal es así que aguanté y ya casi con el juicio encima decidí cambiar de abogado
porque no tenía confianza en los anteriores. Me arrepiento de no haber cambiado
el abogado antes, siento que no estaría preso.
- ¿Cuál era su relación con
el médico?
- De amistad. Lo conocí aproximadamente en el año 2009, empezamos a tomar
un café y charlar de cosas personales y tuvimos una relación excelente. Se
sentía cómodo conmigo y yo con él, en algún momento pudimos concretar un
negocio y ganamos una moneda cada uno, pero siempre fue una relación sana y transparente.
- ¿Cómo era Casermeiro?
- Él no tenía amigos, era una persona sola. Siempre decía que se le
arrimaba la gente por interés, él prestaba dinero o cambiaba cheques y se le
arrimaba por eso. La típica palmadita de amigos, y se sentía cómodo conmigo
porque hablábamos de cualquier cosa menos de plata. Si necesitaba hablar con
alguien estaba.
- ¿Hay algo que sepa y no
pueda decir por amenazas o por protección a tu familia?
- Más que nadie quiero que esto se aclare y salga la verdad para recuperar
la libertad, estar en paz conmigo mismo y estar en paz con mi familia. Hoy
tengo 61 años y el encierro pesa mucho más. Yo como todo el mundo sabemos que
tenemos errores, pero no soy asesino.
Reclama que la Policía le robó el dinero
El día del allanamiento en su casa, la Policía secuestró documentación y
dinero como posibles elementos de prueba de la causa. El propio Gette reclamó
por intermedio de abogados que le devuelvan esos elementos de valor a su
familia, pero -destaca- eso nunca sucedió.
- Usted denunció que cuando
allanaron su casa le robaron dinero. Hay un sumario abierto por esto. ¿Qué
recuerda?
- Al día siguiente de la desaparición fueron a mi casa cerca de las 2, 15 o
20 policías, casi me tumban la puerta. Me dijeron que tenía que ir a la Jefatura
para declarar por la desaparición de una persona, pero ni siquiera me dijeron
que era el doctor. Les dije que me tenía que cambiar y cuando me fui para
adentro se me metieron adentro de la casa, fue un atropello terrible. A mi señora
la tuvieron inmovilizada y no la dejaban ir al baño. En la policía me apretaban
preguntando dónde estaba el cuerpo, me obligaron a declarar sin un abogado
defensor presente. Me puse a entera disposición, me hicieron declarar dos veces
y yo me puse totalmente a disposición, pero terminaron poniendo cosas que yo no
dije. Me defraudaron completamente. Me preguntaban que si hacían un
allanamiento qué iban a encontrar. Y yo les dije lo que tenía y se llevaron mi
dinero y cheques que había, todo eso quedó secuestrado. Cuando más adelante mi
abogado preguntó qué pasó con ese dinero reconocieron que esa plata había sido
robada de la Unidad Judicial, por lo cual hay un sumario abierto.