Mientras
el país atraviesa días de enorme conmoción por la desaparición de Loan Danilo Peña, el pequeño que lleva
varios días desaparecido en el pueblo correntino 9 de julio, en nuestra región
todavía existe el dolor por un caso que tiene similitudes y no está
esclarecido: la desaparición de Maximiliano
Sosa.
El
niño tenía 3 años cuando salió a la vereda de su casa de la localidad
santafecina de Ceres. Fue a jugar con unos vecinitos y nunca más volvió.
Era
un día muy caluroso y Maxi se encontraba al cuidado de su abuela Patricia Sayago, ya que la mamá estaba internada y a punto de dar a luz a otro hijo. “Les pido por favor que me ayuden a
encontrar a mi nieto. Él no es de irse de la casa, alguien se lo llevó”, exclamaba
desesperada la mujer delante de las cámaras de televisión.
Pese
a la intensa investigación, con rastrillajes por tierra, agua y aire, no hubo
resultados. Sin embargo, un año más tarde, el caso dio un giro completamente
inesperado. La investigación apuntó a una nueva hipótesis. El pequeño podría
haber sido entregado o vendido a una red de trata de persona, por lo que los
apuntados fueron su abuela y la pareja de esta, Ariel Malagueño. Ambos fueron detenidos y pasaron más de cuatro
años con prisión preventiva, imputados por supuesta sustracción de menor de
edad y falsa denuncia.
“La
mujer investigada (de 41 años al momento de los hechos) y un hombre mayor de
edad (de 37) con el que convivía, sustrajeron al menor por entonces de tres
años del poder de su madre sin su consentimiento. Lo retuvieron y lo ocultaron
para luego desplazarlo a un destino desconocido, por lo cual todavía no se ha
podido dar con el paradero del niño”, fue la conclusión a la que llegó la
fiscal Hemilce Fissore.
La
funcionaria pidió el pase de la causa al fuero federal ante la presunción de un
hecho de trata. La Corte Suprema de Justicia de la Nación le dio la razón y
ordenó que la Justicia Federal de Rafaela investigue la desaparición de Maximiliano Sosa.
Investigación trunca
En
octubre de 2018, el Ministerio de Seguridad de la Nación ofreció una recompensa de un millón de pesos a quien aporte datos que
permitan avanzar en la investigación.
Ya
en el Fuero Federal, la investigación también imputó a una tercera persona, Pablo Américo Pinedo, un supuesto
cómplice que habría ayudado a la pareja a concretar el delito. Ello fue apelado
y la Cámara Federal de Rosario solo confirmó el procesamiento por el delito de
sustracción de menores a los imputados Sayago y Malagueño, y dictó la falta de
mérito de este nuevo personaje en la historia.
Patricia
Sayago y su pareja estuvieron presos cuatro años y siete meses hasta que, en
febrero de 2021, la Justicia entendió que no había elementos para sostener la
acusación y los absolvieron. “Estuve
privada de mi libertad injustamente porque se investigó mal”, afirmó la
mujer en diálogo con TN, y subrayó: “Yo estoy como el primer día que me faltó
mi nieto, muerta en vida”.
En
tanto, la causa por la desaparición del niño -cumpliría 12 años el próximo 1 de
julio- sigue abierta, pero sin ninguna pista firme.
Pedido de paradero
Los
rasgos biométricos de Maximiliano Javier Sosa, al momento de su desaparición,
eran los siguientes: cabello castaño lacio, tez trigueña, ojos marrones y
contextura delgada. La fotografía que se difunde fue confeccionada digitalmente
por la Policía Federal Argentina (PFA), que realizó una proyección de su imagen
a cómo se vería en la actualidad.
Ante
cualquier dato contactarse con la Secretaría de Derechos Humanos en: Mendoza
3443 de la ciudad de Santa Fe o Balcarce 1145 de la ciudad de Rosario; al
correo electrónico: [email protected] y/o
[email protected]; o a los teléfonos 3425357756 y 0800-5553348. (Con
información de Aire de Santa Fe y Diario Uno).