Un espantoso caso de violencia
familiar finalizó este miércoles en la Cámara Criminal y Correccional de San
Francisco. Se trata de un hombre de Brinkmann, de profesión carnicero,
identificado como Alfredo Víctor Quiroga (64), quien fue condenado a cinco años
de prisión en un juicio penal por un violento ataque contra su exesposa y sus
dos hijos, ocurrido en noviembre de 2024.
El hecho se produjo en el
domicilio familiar, donde además funciona la carnicería, pese a que el imputado
tenía vigente una orden judicial de exclusión por violencia de género y
familiar.
Según la acusación de la Fiscalía
de Morteros, Quiroga ingresó armado con dos cuchillos al inmueble, lesionó a
sus hijos Simón e Ignacio Quiroga y amenazó de muerte a toda la familia. El
ataque fue presenciado por vecinos y quedó registrado en cámaras de seguridad.
Simón sufrió heridas graves en el rostro, con 25 días de curación y 18 días de
inhabilitación laboral.
El abogado querellante
particular, Gonzalo Giustetti, en representación de las víctimas, solicitó una
pena de prisión efectiva no inferior a seis años, destacando la reiteración de
la violencia, la violación de la orden judicial y el contexto de especial vulnerabilidad
de la madre, María Lucía Juncos, quien además atravesaba un tratamiento oncológico
al momento del hecho.
La calificación legal comprende
lesiones graves agravadas por el vínculo, amenazas calificadas con arma,
violación de domicilio, daño, y desobediencia a una orden judicial, todo en
concurso real.
Los hechos juzgados
Los hechos ocurrieron entre
septiembre y noviembre de 2024, en el domicilio de la familia donde funcionaba
además la carnicería.
El 18 de septiembre de ese año,
Quiroga habría amenazado de muerte con un cuchillo a su esposa y a sus hijos,
lo que motivó una denuncia por violencia familiar y una orden judicial de
exclusión del hogar y prohibición de acercamiento.
Pese a esa medida, el 1 de
noviembre siguiente el acusado habría violado la orden judicial, ingresando al
domicilio familiar con dos cuchillos carniceros dentro de una caja, agrediendo
a sus hijos e intentando atacar nuevamente a la mujer. El episodio terminó
cuando los jóvenes lograron reducirlo con ayuda de un vecino.
El ataque quedó registrado por
cámaras de seguridad y fue respaldado por pericias médicas que acreditaron
lesiones graves en el rostro de uno de sus hijos y en la pierna del otro.