Nicolás Albera
Ya
llegó a las escuelas. La adicción al juego online que va atada a las apuestas
virtuales se convirtió en un gran motivo de preocupación en establecimientos
educativos de San Francisco y la región. Uno más. Por eso, empezaron a buscar
ayuda para poder encauzar a sus adolescentes.
Desde
la Asociación Civil Madres Territoriales
San Francisco –un espacio de escucha y asesoramiento respecto a las
distintas adicciones- reconocieron a Up
que cinco escuelas de la ciudad y tres de la región se contactaron con ellos
para pedirles una mano.
Apuestas
deportivas, casinos online y loterías virtuales se volvieron un juego peligroso
entre los adolescentes. ¿Pero es un juego? Los especialistas aseguran que no, y
lo llaman ludopatía digital o ciberludopatía. Una enfermedad de antaño pero
aggiornada a los nuevos tiempos. Y como toda adicción, no conoce de clases
sociales, aunque se reconoce una mayor incidencia en la adolescencia, especialmente
entre los varones.

“Es
la adicción del siglo 21, las redes incitan a un modelo de vida exitoso y la
nueva generación creció pensando en un golpe de suerte que modifique su destino,
en ser millonarios rápidamente. Por eso es importante la detección temprana”,
remarca Andrea Carrasco, presidenta
de la asociación civil, ante la consulta de este medio.
Si
bien desde su espacio abordan todas las adicciones, sostuvo que las clásicas se
naturalizaron entre las familias, mientras que esta última significa una
novedad.
La
adicción por las apuestas y juegos online es un fenómeno que surgió con fuerza
en la pandemia y entre los jóvenes de entre 13 y 19 años, y pocos años después
se empiezan a ver sus resultados negativos. Mientras tanto, la legislación no
pone freno al bombardeo publicitario en programas de televisión, partidos de
fútbol e influencers en redes sociales que buscan seducir a los adolescentes con
la promesa del dinero fácil en medio de la actual crisis económica.
“En
los colegios, los profesores y preceptores están desesperados. El uso del
celular está habilitado porque es normal, ya es una extensión del brazo. Pero la
tecnología no se usa bien pasa esto”, explica Carrasco, también diplomada en
Acompañamiento Comunitario en Consumo de Riesgo.
María de los Ángeles
Vergnano,
directora del Ipem 96 “Profesor Pascual Bailón Sosa”, reconoce que la
problemática fue detectada puertas adentro del colegio, tanto en el recreo como
en clase: “Es algo que nos atraviesa. Lo primero que hacemos es cortar internet
para impedir que estén conectados y puedan hacerlo gratuitamente. Pero algunos
tienen datos personales y hay casos que no podemos manejar. No es tanta la
cantidad de estudiantes detectados, pero sí sucede. Cuando pasa nos comunicamos
con las familias para advertirles. En la escuela intervenimos en cada caso que
sospechamos”, cuenta ante la consulta de Up.
La ley y la trampa
En
Córdoba existe la Ley 10.793, que regula el juego en línea y fue sancionada
el 29 de diciembre del 2021, aunque entró en vigencia dos años después. Su
artículo cuarto indica que “se encuentra prohibida la organización, explotación
y desarrollo de los juegos objeto de la presente Ley que, por su naturaleza o
por razón del objeto” atenten contra, por ejemplo, los derechos de la juventud
y de la niñez.
Según
explica Carrasco, este articulado no se está cumpliendo y lo fundamenta: “Las apuestas
en línea son un fenómeno en crecimiento entre los niños, niñas y adolescentes,
un sector especialmente vulnerable a los riesgos asociados con el juego.
Hoy no hay dudas de ello”.
Justamente
hace una semana loterías de todo el país denunciaron que existen más de 250
sitios de apuestas ilegales donde dejan jugar a los menores de edad. A la par
se lanzó una campaña con el inicio de la Copa América que busca marcar las
diferencias entre los sitios legales, que son todos los que terminan en .bet.ar
y no dejan ingresar a menores, y los ilegales, que utilizan dominios
internacionales o dinámicos para eludir las regulaciones.
Pero
la entrevistada apela al viejo dicho ‘hecha la ley, hecha la trampa’,
destacando que muchos chicos suelen falsear datos para poder sumergirse en este
peligroso mundo.
Claro
que no es menor el contexto económico que se vive donde el dinero escasea
puertas adentro de una familia, lo que es acompañando de la toxicidad que surge
de las redes sociales con publicidades todo el tiempo que incentivan a probar
suerte con un click a través de billeteras virtuales que hoy están al alcance
de la mano. O simplemente con los datos de una tarjeta de crédito de algún
familiar. Así fue desembarcando el juego online en las manos de adolescentes.
“La
mayoría de los chicos tienen billetera virtual, porque todo se maneja a través
de eso. Muchos padres permiten que tengan una para que puedan tener dinero por
si necesitan algo o para comprar comida en la jornada extendida, incluso
algunos la utilizaban como un modo de generar algo de dinero extra cuando los
intereses eran convenientes”, destaca Carrasco.
La
referente de Madres Territoriales explica que, a diferencia de otras, esta
adicción llega a través de la virtualidad, donde es muy difícil quitarles el
acceso a un teléfono o computadora a un chico.
Al
ser consultada sobre cómo prevenir, Carrasco dice que el diálogo en familia es
clave, además de más campañas de concientización. Pero además pidió evitar la
negación, un mal que no hace más que estirar una agonía: “Muchas familias no
reconocen que su hijo tiene algún problema de adicción y cuando lo hacen ya
pasó mucho tiempo y buscan en los terceros una solución rápida. Lamentablemente
no hay magia, sino que lo más importante es la voluntad propia de recuperarse”.
Presencia en los barrios y
puerta abierta para sumar referentes
Madres Territoriales lleva adelante el proyecto “Una
madre en cada barrio”, trabajando de lunes a jueves en cuatro sectores:
tres de San Francisco como Parque, La Milka y Hospital, y uno de Frontera en
Santa Teresita.

“Buscamos
una madre referente en cada barrio para poder capacitarla como preventora. Aquí
no es necesario que esté pasando por la situación de tener un hijo con problema
de adicciones”, manifiesta Carrasco, quien trabaja con un grupo que también
conforman la coach ontológica profesional, Daniela Moro; la operadora Socio
terapeuta en Adicciones, Patricia Cano y las referentes comunitarias Graciela
Mansilla y Stella Maris Soria.
Las
reuniones se realizan:
Lunes
a las 15, en el centro vecinal Santa Teresita, ubicado en Calle 9 N° 942 de
Frontera.
Martes
a las 17 en el SUM de barrio Parque, ubicado en San Lorenzo 710.
Miércoles
a las 20, en el centro vecinal barrio La Milka, ubicado en Rioja 450.
Jueves
a las 17, en el centro vecinal de barrio Hospital, en Av. Las Malvinas 577.
Para
solicitar ayuda y acompañamiento pueden comunicarse a los teléfonos: (3564)
651962-589637-386762-666964 o 619544.