María Eugenia Lanzetti realizó varias denuncias antes de ser asesinada
en el jardín maternal de San Francisco por su ex pareja Mauro Bongiovanni.
Pidió muchas veces ayuda al Estado, pero nadie la protegió. Eso entiende el ex
fiscal Bernardo Alberione, quien publicó en sus redes un extenso análisis del
caso al cumplirse diez años del terrible hecho ocurrido el 15 de abril de 2015.
“La víctima siempre muere”, titula el letrado el informe y agrega: “A
diez años de la muerte de Marita, vuelve a crujir nuevamente en mi interior ese
sinsabor de los casi treinta años de Fiscal de delitos complejos. El delito,
como del que fue víctima Marita, que muere físicamente ¿es una muerte
evitable?; “SI”. ¿Quién pudo haberla evitado? el Estado, el sistema que pregona
y abandona”.
Al mismo tiempo, sostiene: “La víctima, que rara vez es supuesta, que
como dije fue acompañada por el sistema hasta la denuncia. Después de ese acto,
poner en conocimiento del Estado de la situación que le toca vivir, en caso de
no estar muerta, bien gracias”.
Si ha logrado sobrevivir en los delitos de índole sexual o de violencia
de género, el Estado brilla por su ausencia. El victimario tuvo costo cero, la
víctima igual. Cero. Cero ayuda, cero contención, cero asistencia. Cero, Cero,
Cero. Pero ese Cero, no responde a la realidad, la realidad es que a ese cero
debemos restarle, la marginación que
proviene de la propia familia y entorno, la dificultad psicológica para
sobreponerse a este abandono total del estado, no cuenta con representación
legal alguna, salvo que pueda pagársela contratando un letrado particular, si
tiene asistencia psicológica , esta es brindada por el sistema de salud
pública, que bien sabemos, está colapsada, con turnos que van, en el mejor de
los casos, de mes en mes y en conjunto con toda la sociedad víctima de su problemática particular”.
En otro tramo, agrega: “El Estado se desentiende de su salud, de sus
condiciones de vida, de su sustento económico, de su necesidad de recreación,
de todo, de absolutamente todo, esto es lo que motiva el título de estas líneas”.