La escuela
Vélez Sarsfield de Arroyito fue centro de escena este jueves cuando un grupo de
alumnos del último año intentó ingresar por la fuerza al edificio en lo que consideran
su “último primer día” de clases, una práctica informal que se volvió una
costumbre en los escolares que terminan el secundario.
Los
jóvenes se habían reunido previamente en la costanera del río, donde —de
acuerdo al testimonio del director, Mariano Acosta— varios consumieron alcohol
antes de dirigirse al establecimiento. Al llegar, alrededor de las 16, la
escuela se encontraba cerrada de manera preventiva, ya que allí aún se dictaban
clases para cursos de cuarto y quinto año, además de un primer año que
realizaba educación física.
Pese a
ello, el grupo comenzó a forcejear con las rejas y logró cruzar una de ellas,
ingresando al patio interno. La irrupción quedó registrada en videos difundidos
en redes sociales, donde se ve al propio director intentando contener la
situación con un megáfono mientras algunos estudiantes rompían vidrios y
generaban daños en diferentes sectores.
Hablado con
las familias
“Les
habíamos anticipado a las familias sobre esta situación, ya en septiembre nos
convocamos con los de sexto año para charlar sobre estas nuevas prácticas”,
explicó Acosta en diálogo con El Show del Lagarto. También remarcó que la
escuela había advertido a los padres sobre su responsabilidad, pero que
igualmente el grupo se autoconvocó, primero en la costanera y luego en el
establecimiento
Según el
director, de los aproximadamente 30 estudiantes que llegaron, fueron “unos
cinco los que protagonizaron estos hechos violentos”. El episodio derivó en
daños materiales que ahora deberán ser afrontados por las familias. “Los padres
pagarán los daños”, confirmó.
Acosta
advirtió además que la institución se encuentra limitada en su capacidad de
prevención frente a prácticas que se organizan por fuera del sistema escolar:
“No podemos hacer prevención solo desde la escuela”.