Por Bruno Galarza
Cuando habla de “casta”, en un sentido denigrante para los políticos,
Javier Milei deja bien en claro su procedencia. Él defiende y representa a los
sectores económicos concentrados no solo nacionales, sino que también internaciones,
(y los nacionales déjenme dudarlo por un momento). El problema no son los
políticos sino lo que representan.
Vemos acá la principal contradicción en la política y uno de principales
problemas de porqué el “movimiento popular” dejó de ser representativo para
defender derechos de minorías que son ajenos a las necesidades de las grandes
mayorías, o sea los más necesitados. Fruto de una fuerte caída del poder
adquisitivo frente a un avance abrupto de los costos de vida en los últimos
años.
¿Los políticos qué son? ¿Individualidades basadas en personalismos y
verticalismos o representantes de un movimiento de trasformación real de la
sociedad para hacerla más justa y soberana.?
¿Los políticos defienden con más énfasis el impuesto a las ganancias o la
falta de distribución de alimentos a comedores?
¿Debe un político defender conquistas de sectores individuales en reclamos
particulares o acompañar y apoyar la organización de un movimiento realmente
popular y de mayorías para una transformación de la sociedad en materia de
derechos humanos, medios de producción, etc.?
Luego de debatir lo que realmente son. De dónde vienen, a quien representan,
lo segundo es cambiar el discurso. Hay que dar a conocer a la sociedad una alternativa
a este disfraz de libertad e imperialismo como fase superior del capitalismo.
Es tiempo de dejar las especulaciones, los cargos, los acomodos, los
pragmatismos y ser quienes de chicos soñamos alguna vez ser.
La patria no se vende, ustedes tampoco.
Se debe mostrar a la población nuestro paradigma con el discurso, el de un
estado fuerte y presente en la regulación para el bienestar de la sociedad,
logrando verdaderos cambios en las diferentes estructuras.
Dar la cara a la sociedad y decirles esto somos y esto queremos, y
defenderemos con uñas y dientes este modelo que es realmente la alternativa a
este modelo que nos entregó a las garras de los más despiadados poderosos del
mundo.
El enriquecimiento de unos pocos y esos pocos extranjeros a cambio del
hambre de todos, volvemos a la misma pregunta, ¿a quién representa un político?
o ¿Qué representa un político?-