La prudencia parece marcarle la cancha en este inicio del
2025 al intendente Damián Bernarte, quien esta semana se mostró satisfecho con
las obras de pavimento ejecutadas en los últimos meses, tras la inauguración de
un sector de la avenida Trigueros.
Son épocas de vacas flacas y parece que lo seguirán
siendo. Los fondos nacionales ya no llegan y hay que ser cuidadosos al momento
de utilizar los recursos propios.
Previo al debate del Presupuesto 2025 en el Concejo
Deliberante, Bernarte señaló a Up que la posibilidad de realizar grandes obras
públicas, como en gran parte del año que se fue, parece lejana debido al
contexto económico recesivo. Las caídas abruptas de la recaudación propia y una
coparticipación provincial por debajo de la inflación, hacen endeble la
economía del municipio.
El cemento, de lo
más valorado
Bernarte habilitó esta semana el tránsito en Av.
Trigueros entre Juan de Garay y Rosario de Santa Fe, sumado a las calles José
Hernández y Gutiérrez Norte, entre Trigueros y Bolivia, las que fueron recientemente
pavimentadas.
Aclaró que en estos tres años que lleva frente a la Intendencia
(dos como interino y uno como electo), se superaron los 30 kilómetros de calles
pavimentadas. Sobre este tipo de obra, destacó que es “muy valorada” por los
vecinos que ganan en comodidad: “Cambia totalmente, la limpieza de los frentes
de los domicilios, el mantenimiento de los automóviles y la tranquilidad de
salir del hogar sin inconvenientes los días de lluvia. La pavimentación está
pensada en mejorar la calidad de vida a los vecinos, objetivo que se cumple sin
dudas”.
Precaución al
momento de proyectar
El mandatario municipal anticipó que para este 2025 está
proyectada la pavimentación de unas
cinco cuadras de calle Roma y que también existe el interés de vecinos del
loteo San Carlos de terminar de pavimentar todo el sector. Asimismo, hay
algunas obras menores que podrían ejecutarse y estaba comprometidas para 2024.
Agregó que los vecinos que lo requieran pueden acceder al
pavimento bajo esta modalidad mixta de trabajo: ellos se hacen cargo de la mano
de obra y el municipio aporta el hormigón, lo que baja a la mitad el costo de
la obra, que cabe indicar, lleva adelante una firma privada.