El caso de Ana Laura García es uno más entre
tantos damnificados en San Francisco, la provincia y el país por parte de la
empresa constructora Márquez y Asociados, cuyos propietarios fueron detenidos
el viernes e imputados de asociación ilícita y estafas reiteradas.
En solo nuestra ciudad, los mismos damnificados
estiman que hay más de 20 familias afectadas que pusieron sus ahorros con la
ilusión de tener la casa propia y ahora sienten que fueron víctimas de una
gran maniobra defraudadora. Lo mismo sucede con miles de personas a nivel país.
“Vendí mi auto y deposité años y años de
ahorro, congelando metros para no tener que financiar nada, ni con Márquez ni
con los bancos”, se animó a contar Ana Laura a Up.
“El viernes cuando los detuvieron, ahí se hizo
real esta pesadilla, la de que tal vez nunca tenga la casa, o no vuelva a ver
ni un peso de mis inversiones”, lamentó la joven que fue madre hace pocos meses.
“Lo triste es saber que si se demuestra el
fraude, ya se hace real la estafa, y el sentimiento de que te robaron años y
años de otras experiencias no hay dinero que lo pueda reemplazar. Imagínense
que si no hubiera sido cliente, seguiría con mi auto y mejor, habría viajado
que era un deseo que vengo posponiendo desde hace mucho por la casa. Muchos
años trabajando sin descanso para Márquez, para que ahora me digan que
posiblemente fui estafada. Es horrible”.
- ¿Cuándo ingresaste a Márquez y qué te
prometieron?
- Que podía pagar la casa de contado, de a poco
congelando metros a un determinado valor y haciendo aportes mensuales. Luego de
que inicié la programación de obras podía estar 1 año con reuniones y otro año
más en construcción. Es decir, la primera etapa dependía de mí, una vez pasado
eso son dos años. Hoy se habla de 6 o 7, y con esto de la detención, puede que
nunca.
- ¿En algún momento sospechaste que podía pasar
lo que pasó?
- Al momento de entrar obviamente no, de hecho,
hay casas terminadas de conocidos en San Francisco. En el medio vendí mi auto y
deposité años y años de ahorro, congelando metros para no tener que financiar
nada, ni con Márquez ni con los bancos.
- ¿Cuándo viste que se complicaba la cuestión?
- Desde el inicio estuve en un grupo de WhatsApp
con clientes de varias provincias. Al principio había alguna que otra demora en
algún cliente, pero los dos últimos años ya eran más y cada vez se sumaba más
gente enojada, con toda la razón, porque no cumplían con los plazos, y peor aún.
Nadie les contestaba ni las llamadas, ni los mensajes. Ahí empezamos a
sospechar, pero siempre con la idea de que tal vez un poco más tarde que
temprano, cuando empiecen a correr los plazos, tenga mi casa. Luego tuve mi
embarazo y eso me obligó a frenar con las inversiones.
- Este año aparecieron las denuncias…
- Sí. En enero de este año ya el enojo era
insostenible. Se comenzó a hablar de pedidos de quiebra, empleados no pagos,
contratistas que desaparecen porque la empresa le debía honorarios, de inicios
de obras para dentro de 3 años, etc. Ya era muy masivo el descontento y la
opinión general, era la de que no tenían fondos para hacer las casas. El
viernes cuando los detuvieron, ahí se hizo real esta pesadilla, la de que tal
vez nunca tenga la casa, o no vuelva a ver ni un peso de mis inversiones.
- ¿Cómo sigue tu situación?
- Yo me quedé en la primera etapa, la de los
aportes y la de congelar metros. En mi caso no puedo hablar de incumplimientos
aún. No fui con abogados, de hecho, no sabemos lo que tenemos que hacer, porque
al haber una investigación en el ámbito penal, ya nos excede a todos. Lo triste
es saber que si se demuestra el fraude, ya se hace real la estafa, y el
sentimiento de que te robaron años y años de otras experiencias no hay dinero
que lo pueda reemplazar. Imagínense que si no hubiera sido cliente, seguiría
con mi auto y mejor, habría viajado que era un deseo que vengo posponiendo
desde hace mucho por la casa. Muchos años trabajando sin descanso para Márquez,
para que ahora me digan que posiblemente fui estafada. Es horrible.
- ¿Conocés otros casos?
- Sí, estoy en un grupo de WhatsApp con 400
personas de varias las provincias, donde el 80% están con obras paradas, o peor
sin un ladrillo. Además, hay otro grupo para clientes de San Francisco y Zona.
Que los invitamos a sumarse, para sumar conocimientos y ver cómo nos podemos
ayudar entre nosotros. Hoy son 16 personas, pero estoy segura que somos muchos
más.