Sin dudas fue un dolor de cabeza para el peronismo cordobés la
noticia de un funcionario de la Municipalidad de Córdoba detenido por robar
bondiola, una lata de atún y un frasco de mermelada en un supermercado.
El dirigente es un histórico operador peronista que ocupaba
cargos en los gobiernos justicialistas desde el año 2003. Así y todo, el
intendente, Daniel Passerini, no dudó en desvincularlo completamente en la misma
mañana que se conoció la noticia.
Hasta esta semana se desempeñaba como director General de
Promoción de Clubes Sociales y Deportivos.
Desde que se puso a las órdenes de “Pichi” Campana. En la
secretaría de Deportes, se encargaba de la vinculación entre la municipalidad y
los clubes o centros vecinales. Un rol de importancia, en este contexto de
crisis económica pese a ocupar un rol quizás sin tanta envergadura, informa el
diario Perfil.
El trabajo de Kraisman, principalmente, era otro. Su función
era ser un operador político del “cordobesismo”. Siempre conociendo y marcando
a los dirigentes barriales. Era un hombre de consulta y con mucha presencia en
las campañas políticas.
De acuerdo a un parte policial, Kraisman, de 60 años, “pasó
la línea de cajas sin abonar mercadería, por lo que se procede al secuestro de
un blíster de bondiola, jamón crudo, un pote de atún y un frasco de vidrio de
cereza”. En el parte no se lo identifica con nombre y apellido.
No se trata de un funcionario que carezca de dinero para
abogar un ticket de unos $20 mil. Kraisman termina detenido por agredir a la
policía, no por el robó en sí. Por ahora, quien asume la defensa del ex
funcionario es el estudio del concejal cordobesista, Diego Casado.
Por supuesto, que es una causa en la que no le corresponderá una pena de prisión efectiva, pero sin dudas es una causa que lo dejará marcado y excluido de la vida política.